Mi otro blog

jueves, 25 de noviembre de 2010

El primer rockero tocaba tango.


Esta vez voy a imitar a los mozos o "golondrinas", como les dice mi viejo, le pedís un café y te traen un jugo de naranja. A mi me pidieron un rock bien duro, yo les traigo un tango que se confundió de época, se adelantó años luz.
Así es, el Maestro Astor Piazzolla era un tipo del futuro, allá hacia fines de los 50 empezaba a crear algo que jamás nadie podría volver a reproducir, la variación de un estilo de música, que aún para nuestros tiempos, es adelantado. A los tangueros ortodoxos de aquella época los enfurecía el "tango moderno", con sus cambios de armonías y ritmos; con la inclusión de nuevos instrumentos como la batería, la guitarra y bajo eléctricos, de tal manera, que llegaron a considerarlo "asesino del tango". Obviamente gente sorda y con poca visión.
Dirán, si tocaba tango, por qué digo que fue el primer rockero argentino? Bueno, primero habría que definir que es un rockero, eso lo dejo a su criterio, yo por mi parte pienso que es alguien que rompe con lo establecido, una persona que hace lo que le dicta su alma sin importar lo que vaya a hacer, decir o pensar la gente.
Piazzolla no solo tocaba el bandoneón "como los dioses", también tenía la cabeza de un genio, y es seguramente por este hecho que era un rebelde, solo los astutos se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor. El tenía muy claro que quería hacer y tenía conciencia de la excelencia de sus obras. Fue de las pocas personas que lograron imponer un cambio, no, mejor dicho una revolución, no solo en la música argentina, sino en el mundo, y aún así, estoy seguro que mucha gente sigue sin reconocerlo.

Así respondía Astor a las acusaciones de los ortodoxos:

Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos.
Astor Piazzolla, revista Antena, Buenos Aires, 1954.

Si esto no les es símbolo de rock, entonces miren el video, increíblemente es de 1985:

martes, 23 de noviembre de 2010

Cuando le cantan a los nacimientos

Hay miles de cosas por medio de las cuales un músico se puede llegar a inspirar, pero no todas tienen mucho sentido, el sentido se lo da el artista. Canciones hermosas se han compuesto inspiradas en, por ejemplo, una flor, una mujer, un amigo, un hijo. Es este último ejemplo el que hoy me detengo a analizar.

Definitivamente las canciones compuestas a un hijo (propio o ajeno), un niño por venir, o un hijo recién nacido, tienen un aire especial que las distinguen de todas las demás, una pizca de esa "mística" que tienen los nacimientos, que normalmente nos llenan de alegría y ansiedad.
Yo pienso que cuando uno compone algo y realmente lo siente, las cosas salen mucho mejor y al oírlas, uno sabe que vienen de adentro.
Efectivamente, me doy cuenta que al fin y al cabo son canciones de amor, pero no ese amor meloso y "pegajoso" que se ve en la televisión y se escucha en las canciones de pop, es un amor mucho más real, más profundo y sentido, ese de los padres a sus hijos, que deseados o no, siempre nos van a pintar una sonrisa y hacer que se nos caiga una lágrima, porque como dicen los Cadillacs "el amor de un padre a un hijo no se puede comparar".

La verdad no conozco muchos canciones dedicadas a este tema, creo que eso se debe a que no cualquiera es capaz de componer algo así, pero acá están las que creo que mejor corroboran mis palabras:

"Lo verás reír" tema compuesto por Ariel Minimal para Franco Salvador cuando este esperaba a su hijo



"Vos sabés" de Los Fabulosos Cadillacs



"Todas las hojas son del viento" enganchada con "plegaria para un niño dormido"



Dedicado a José y Caro, y en especial a su hijito Benjamín.